Gonzalo Marinelli: Pese a las notorias falencias en el dominio de las dimensiones del área Marinelli fue importante para Huracán. No tuvo mucho más que hacer en el gol de Rafaela, donde le definieron encima, pero sí logró evitar nuevamente la caída de su arco en dos oportunidades muy claras que tuvo el rival. Se sobrepuso a sus propias dudas y cumplió en su regreso a la titularidad.
Nicolás Romat: En un partido donde Huracán hizo de poco a nada para destacarse, es lógico que su principal valor haya sido quien logró la conquista que salvó el resultado. Romat fue pura confianza para parar de pecho la última pelota de la tarde y mandarla a guardar con un derechazo impecable. Antes había mostrado mucho empuje ofensivo, con resultados dispares, pero siempre con el arco rival como objetivo.
Martín Nervo: Pobre partido del capitán, con algunas intervenciones positivas pero siempre incómodo en el plano defensivo. Abusó de los balones largos y careció de precisión paras salir del fondo. En el gol de Rafaela pierde su marca, más allá del error de Risso, liberando a quién termina convirtiendo en su afán de cerrar a Albertengo.
Mario Risso: Regresó al primer equipo en lugar de Mancinelli y tuvo una actuación muy mala. Jamás hizo pie defensivo y no logró dar cierres productivos a sus intervenciones, lanzando fuera del campo de juego la mayoría de pelotas que tocó. Tuvo un inicio de complemento fatal, primero casi se hace un gol en contra y luego pierde la cuerda de forma inentendible con Albertengo, cediendo espacios fatales para el gol rival. En ataque ganó dos veces en el área rival, pero cabeceó muy mal ambas. Terminó reemplazado sobre el cierre.
Lucas Villalba: No logró encontrar su juego durante toda la noche, cada uno de sus movimientos fue lento y anunciado lo que le quitó frescura y dinámica. Lanzó muchos centros desviados y sus intervenciones ofensivas no fueron productivas. En defensa tuvo retrocesos lentos y dejó huecos notables en varios avances del rival, incluyendo el gol. Para destacar su última participación del partido, donde atinó el centro que derivó en el gol de Romat.
Lucio Compagnucci: En el marco de un partido muy malo de Huracán, Compagnucci completó una actuación con momentos de lucidez y criterio. Además de seguir siempre de cerca a sus marcadores y realizar un interesante despliegue físico por la zona media Lucio fue encargado de hacer circular la pelota desde el terreno propio. Tuvo buenas intervenciones y también cometió errores, pero vale destacar personalidad y algunos pasajes de su juego.
Mauro Bogado: Mauro completó una actuación en declive, perdiendo precisión con el correr de los minutos hasta terminar regalando pelotas simples al rival. Buscó ser la manija de generación de fútbol pero nunca lo logró, principalmente por no estar seguro y aceitado con el balón en los pies. Se pareció más al Bogado del primer semestre, ese que necesitamos no volver  a ver.
Mariano González: Mal partido de Mariano, inconexo en cada sector por donde se movió. Le costó adaptarse a las dimensiones del terreno y le faltó simpleza en sus participaciones, además mantuvo imprecisiones durante toda su estadía en el campo. No tuvo la dinámica de partidos anteriores y más allá de un par de guapeadas en el complemento jamás fue importante para el ataque de Huracán. Una actuación para olvidar rápido.
Julio Angulo: Al flojo nivel que mostró en terrenos netamente individuales, Julio estuvo también maniatado por rivales y por una cancha chica que jugó en contra de su fútbol. Eligió mal en la mayoría de sus intervenciones, entró solito en laberintos de los que no pudo salir y se quedó sin terreno de juego las pocas veces que logró romper el molde. Su único tiro al arco terminó en la copa de un árbol. Quizás debió dejar su lugar en el terreno durante la marcha.
Norberto Briasco: Mantuvo complicaciones durante todo el partido, completando una actuación de discreta para abajo. Aun así Norberto tuvo las mejores situaciones para Globo, un derechazo que le bloquearon justo y un increíble mano a mano en el que eligió muy mal la definición. Jugó por debajo de su media personal y el equipo lo sintió, esperemos recupere la dinámica pronto.
Tomás Molina: Hizo su debut en el año ante la impostergable necesidad de encontrar variantes en ofensiva, Molina no logró una actuación destacada en el contexto de partido cerrado y mal jugado por todo el Globo.  Fue absorbido por los centrales sin lugar para pivotear, aun así logró algunas buenas maniobras de espaldas al arco. Limpiarlo tras una actuación pobre sería tan erróneo como creer que tiene todas las soluciones, lo ideal sería darle más minutos a la espera de poder mostrar su potencial.

Diego Mendoza: Jugó poco más de quince minutos para fajarse con los centrales, logró hacerse notar sobre el cierre cuando peleó con éxito la pelota que Romat terminó transformando en gol. Buena intervención de Mendoza, cuyo lugar quizás sea intentar romper esquemas desde el banco de suplentes.

Alejandro Romero Gamarra: Siete minutos y los tres de adición para Romero Gamarra, poco tiempo para intentar cambiar la ecuación. Nada de incidencia en el área rival y una pisada deliciosa para largar unos rayitos de luz en la más opaca oscuridad.

Daniel Montenegro: Entró tarde, un puñado de minutos, en donde se paró fuera de la medialuna del área para intentar ser lanzador y lateralizar el futbol. Buscó un derechazo potente que tenía destino de arco, pero un rival lo transformó en córner.