Huracán se dejó estar en un partido clave y desperdició una inmejorable chance para superar a varios rivales en la tabla de promedios.

A pesar de lograr recuperar juego con respecto al partido ante Vélez y de dominar gran parte del cotejo, el Globo nunca llevó verdadero peligro al arco de Bértoli y perdió dos valiosísimos puntos en medio de la lucha por la permanencia.

El equipo volvió al 4-2-1-3 que mostró ante Defensa y Justicia, con Briasco recuperando la titularidad en lugar de Chacana por el sector derecho y los restantes diez que se midieron ante el “Fortín”.

Con Fritzler siendo el termómetro en el mediocampo, Bogado un poco más adelantado y con libertad de movimiento y Mariano González parado tras la línea de los delanteros, se intentaba llegar por los costados mediante la destreza de Angulo y Briasco, y en menor medida generar la participación activa de Diego Mendoza, quien tuvo un buen partido a diferencia de lo que venía mostrando, y pivoteó con éxito por ambas bandas, dando de esta forma una opción más al ataque y propiciando el acople de los mediocampistas al bloque ofensivo.

De esta forma, los hombres rápidos de los costados se vieron bien alimentados permanentemente tanto por los creativos de mitad de cancha como por el centro delantero ex Estudiantes, por lo que en gran parte del primer tiempo, ver al Quemero pisando el área contraria era una postal del partido.

Alrededor de los 29’ de la primera mitad, Huracán se replegó en su campo por errores propios que entregaron pasajeramente el dominio a la visita, obligando a Mauro Bogado a prestar ayuda en defensa y a ambos extremos a retroceder unos metros y convertirse en volantes externos.

A pesar del traspié (que incluyó un susto importante para los hinchas por un gol en fuera de juego de Patronato), el local terminó los primeros 45’ con una buena imagen, aunque dio la impresión de que no apretó lo suficiente a un rival que venía de perder dos partidos consecutivos fuera de casa.

En el segundo tiempo no se modificaron los planes de Huracán para arribar a la valla contraria, pero se encontraba en el Globo a un equipo como dormido, que no podía por ningún medio encontrar los caminos necesarios para vencer el arco del “Patrón”.

Es por eso que al minuto 21, Azconzábal resolvió sacar de la cancha a Mendoza, que había bajado considerablemente su rendimiento en relación al inicio del juego, para poner a Romero Gamarra en el cambio táctico “cantado” del entrenador: Angulo pasó a la derecha para que “Kaku” se pare por izquierda y Briasco pase a su posición natural de “9”.

La primera modificación no logró cambiar el chip del equipo, que se empezaba a quedar sin tiempo y encontraba en la visita una notoria conformidad con el empate, lo que no ayudaba a los del “Vasco”, ya que no se generaban espacios necesarios para poder atacar con soltura como en la primera parte.

Por este motivo, a los 32’ del complemento, Mariano González cedió su lugar al “Rolfi” Montenegro, y minutos después (a los 36), Bogado hizo lo propio con Patricio Toranzo con la intención de que el experimentado tándem de enganches pueda elaborar una situación de peso para el Globo, lo que por supuesto nunca hizo efecto y el partido terminó como empezó.

Quedó una sensación amarga en los hinchas Quemeros, porque se perdieron 2 puntos fundamentales para dejar abajo varios competidores directos en los promedios.

Lo que viene para Huracán son dos rivales en zona de descenso como Atlético Rafaela y Arsenal, partidos por demás cruciales para seguir sumando (con altos y bajos, no se pierde hace 5 partidos) y alejarse de una vez por todas de esa odiosa zona de descenso.

Esta oportunidad, la dejaron pasar.