Marcos Díaz: No tuvo nada que hacer en el gol de Godoy Cruz, ya que el rebote lo termina descolocando. Antes de eso había tenido una buena reacción tras un centro venenoso, mientras que en el complemento salvó de forma espectacular un mano a mano que pudo haber sido el segundo.

Carlos Araujo: Mal partido de Araujo, impreciso con la pelota y liviano con la marca. No se lo puede discutir desde el plano físico, sin embargo le cuestan mucho los mano a mano con pelota dominada y perdió varios balones por malas cesiones. En el complemento levantó un poco, arrancando siempre desde el círculo central, e incluso estrelló un centro desviado en el travesaño.

Martín Nervo: Quedó en la foto del gol tras desviar el impacto que terminó en el fondo de la red, pese a que se trató estrictamente de un infortunio. Nervo estuvo firme en los anticipos y seguro para jugar la pelota lejos desde abajo, le faltó mayor seguridad para defender a los rivales que lo encararon de frente y con pelota dominada.

Federico Mancinelli: Lo mejorcito de la defensa, con poco. Quedó corto en el anticipo previo al gol, pero el error es de Bogado por tirar un pase comprometedor. Mancinelli fue salida desde la última línea y cortó varias pelotas filtradas. Mantuvo un nivel parejo durante los noventa minutos para completar una buena actuación.

Ezequiel Garré: Tuvo una actuación pobre. Jugó un primer tiempo pésimo, errando muchos pases a priori sencillos y perdiendo constantemente con los volantes rivales. No tuvo decisión ni criterio para pasar al ataque y quedó mal parado tras ir a buscar el anticipo. En el complemento levantó su nivel y mostró algunas cosas interesantes, salvó una pelota complicada luego que Díaz tapara un mano a mano y logró cortar algunos avances por su sector. Se necesita probar una variante en el puesto.

Matías Fritzler: Regresó al primer equipo tras perderse los cruces de Copa Argentina por suspensión y tuvo un partido cargado de altibajos. Estuvo firme en la marca y robó muchos balones en el círculo central, le faltó velocidad para hacer circular la pelota y por momentos simpleza, ya que perdió bastante en su afán de quedar mejor posicionado para pasarla. Mostró chispazos de liderazgo sin estar demasiado lejos de su nivel habitual.

Mauro Bogado: Flojísima actuación de Bogado, en varios aspectos de su juego. Perdió un balón increíble en la previa al gol de Godoy Cruz y estuvo sorpresivamente errático. Casi que no formó parte de las ofensivas durante el primer tiempo, y tuvo dificultades para la marca. En el complemento mostró algunos intentos de mejora, como el gran tiro que salvó Ramírez, pero terminó siendo reemplazado por merodear en el mediocampo sin demasiado sentido. Necesitamos al Bogado que conocemos, al que teníamos antes de la renovación de contrato.

Lucio Compagnucci: Jugó en una zona del campo donde no lo teníamos en cuenta, fue prácticamente un enlace y terminó en posición de delantero despilfarrando una increíble oportunidad de gol en los primeros minutos. Compagnucci tiene un temperamento que le juega a favor de recuperar la pelota y cubrir espacios, pero no posee la misma facilidad para hacer circular la pelota, por lo cual ubicarlo en esa zona terminó siendo un despropósito. Volvió a mostrar aspectos positivos, pero no logró destacarse.

Alejandro Romero Gamarra: Muy atado a la banda izquierda, a Kaku le faltó rebeldía y explosión. No tuvo la frescura que mostró en los partidos de Copa Argentina, prácticamente no pisó el área ni participó en la generación de situaciones de gol. Hizo las cosas para ser reemplazado rápido, sin embargo merecía la oportunidad de rotar un poco su posición antes de terminar en la banca.

Julio Angulo: Fue lo más vertical de Huracán en la noche mendocina, y el jugador que más variantes exploró en su posición. Mostró velocidad y un ritmo físico impecable, le faltó convicción para dominar la pelota en algunas situaciones puntuales. Demostró criterio para terminar con centros las jugadas, generando oportunidades de gol. Quedó marcado por despilfarrar una jugada de gol clarísima, tras limpiar al arquero, sin embargo en la repetición vemos que el defensor que intenta amagar podría haber tranquilamente cortado un posible remate. En relación rendimiento y minutos jugados, fue Angulo el valor más importante del Globo.

Daniel Montenegro: Jugó de media punta, por momentos de nueve, pero destacó cuando más lejos estuvo del arco rival. El Rolfi se bancó todo el partido presionando alto, buscó el gol con remates de media distancia y siempre fue proactivo a las necesidades del equipo. Le faltó regularidad en sus participaciones, por momentos cuesta recordar que tiene 37 años. Con Toranzo ganó soporte, pudo correr menos y jugar más. Está claro que necesita una referencia de área.

Ignacio Pussetto: Entró para comerse la cancha, terminó morfándose una situación de gol increíble. Mostró credenciales de velocidad y ritmo alto, además de facilidades para limpiar marcadores. Sacó un tremendo derechazo que salvó el arquero, pifió una volea en situación de gol y erró un tiro mano a mano con el arquero, que todavía debe estar repasando al cerrar los ojos. Después de esta última acción se fue de partido, y perdió peso en los últimos minutos. Hay algo que está claro, con aciertos y errores, en este contexto Pussetto no puede arrancar nunca más desde el banco.

Patricio Toranzo: Buen ingreso del Pato, que aporto ganas y fútbol. Buenos movimientos ofensivos, combinaciones con sus compañeros y algunas asistencias que pudieron terminar en gol. Cometió algunos errores en la cesión, casi marca registrada, pero en el global sus minutos en cancha fueron más que positivos. Ayudó de forma directa a que Huracán mejore.

Norberto Briasco: Algunos minutos para jugar al todo o nada. El pibe mostró algunos buenos movimientos y poco más. A seguir sumando tiempo de competencia.