Todas las mañanas, bien temprano, desde su casa en Laferrere donde viven su papá, su mamá, un hermano y una hermana, Javier Iritier agarra su bolso y viaja hacia La Quemita para entrenar con la reserva de Huracán, actualmente puntera del campeonato.
A veces juega de enganche, a veces de volante, pero un factor común en sus partidos es el buen rendimiento. Su explosión y conducción de la pelota, hacen que Javi sea fundamental en el plantel.
No siempre todo fue tan fácil. Cuando era chico, más precisamente a los 9 años, llegó a Huracán con muchas ilusiones, pero en el camino, no siempre pudo jugar, y muchas veces pensó en abandonar el club. Hasta que le tocó la quinta división, y fue el entrenador “Chulo” Tartaglia, quien le vio condiciones y le dio los minutos necesarios. Desde ahí, no paró de jugar.
Javier destaca la relación con Néstor Apuzzo, ya que remarca que siempre le dio una mano. Y asímismo lo hace con el plantel, admitiendo que es un buen grupo.
Iritier dice que su ídolo sin dudar es Lionel Messi, pero si tiene que buscar a quien mirar dentro de Huracán, elige al Pato Toranzo: “Me encanta como juega, es un ejemplo a seguir. Veo como se esfuerza para recuperarse de algo que casi lo deja afuera de esta carrera, y lo que lucha para estar lo más rápido posible de nuevo en la cancha.”
“No me gusta elegir a quién me parezco, es una pregunta más para mis compañeros que me ven jugar”, responde con vergüenza, pero no hay que dejar de destacar los parecidos: Iritier es encarador, desequilibrante, un estilo como el del Kun Agüero.
“Le tengo mucho cariño al club, lo quiero mucho, siempre estuve acá”, dice cuando recuerda su llegada, junto a la de su actual compañero Luca Sosa. Y en referencia al clásico del domingo: “Lo veo como un partido aparte, es un clásico, se juega a ganar. Nosotros estamos muy bien posicionados y nos van a querer bajar. Así que estamos mentalizados en ganar, porque es un partido clave para ganar el campeonato”.
Con actitud y sus buenas condiciones, tiene cercano el sueño de debutar en el “Globo”, porque según dice “es el club que me vio crecer”. Sus ganas y trabajo, también le permiten soñar con algún día emigrar del Globo directamente a las ligas europeas.
Por lo pronto, forma parte de esta reserva sólida, y de nuestra cantera. Javier Iritier conoce el sentido de pertenencia, y por eso, Javi también es Huracán.