Espectacular marco en el Tomás Adolfo Ducó, las tres cabeceras habilitadas llenas de hinchas de Huracán para recibir al equipo en una nueva edición del clásico. La multitud presente jugó a favor del equipo y alentó en todo momento, es hora de tener políticas institucionales serias para lograr jugar con una audiencia similar en cada compromiso que tengamos  en el Palacio.

Huracán saltó de blanco al verde césped entre papelitos y cotillón, Daniel Montenegro en el once titular reemplazando a Diego Mendoza, con la vuelta de Alejandro Romero Gamarra al mediocampo y Lucas Villalba al fondo. Quizás la sorpresa fue que Ignacio Pussetto quedó fuera del banco, dándole lugar a un David Depetris que lleva cero (0) minutos jugados por torneo local en lo que va del año.

El Globo fue un Huracán en los primeros minutos, metiendo al conjunto del Bajo Flores contra su portería y quedando de arranque a centímetros de abrir el score con un tremendo zurdazo de Romero Gamarra que Navarro salvó volando sobre su derecha. Enseguida el mismo arquero salvó de forma notable un extraordinario tiro libre de Mariano González, dos situaciones clarísimas antes del minuto cinco.

El rival inquietaba con un córner tras excelente cierre de Nervo pero el Quemero recuperaba instantáneamente el dominio luego que Mussis saltara en su propia área  con brazos levantados, pegándole la bola entre su antebrazo y axila. Nada para Rapallini. Daniel Montenegro tuvo en su zurda el gol, pero el disparo de Rolfi resultó apenas desviado. Enseguida Risso desvió un cabezazo y Mariano González forzó una pobre respuesta de Navarro en clarísima posición. La visita tuvo su oportunidad con Belluschi, y el Globo cerró la primera mitad con dos corridas de Briasco en las que el pibe increíblemente resbaló a la hora de definir. Siete avances claros del Globo, uno de los que alguna vez tuvieron su estadio en Avenida La Plata, y al descanso cero a cero. Bajo un manto de aplausos. 

Ya en el complemento Huracán profundizó su dominio, a tal punto que los primeros minutos se jugaron directamente en el área del conjunto liderado por el magnate televisivo. Al minuto una espectacular jugada de ocho toques dejó a Montenegro castigando con derecha al arco, Navarro salvó nuevamente a su equipo. Enseguida un gran centro de Romat habilita el cabezazo de Briasco, que termina impactando en el hierro sostén de la red. Otra más, Gamarra la gesta por izquierda, Romat la mete al centro del área de cabeza y Montenegro define al cuerpo de Navarro en inmejorable oportunidad. Increíble. 

Huracán solo necesitaba tiempo para lograr el gol, pero Azconzábal entendió que había que meter mano. Sacó a Montenegro, líder espiritual y deportivo durante la tarde, dándole lugar a Mendoza. No había un solo motivo para cambiar, pero el Vasco igual cambió. Modificación que solo un nómade pudo haber pedido viendo el partido por TV. Cuando nombraron a Rolfi en la formación una parte de la tribuna lo reprobó, cuando salió reemplazado todos los presentes lo aplaudieron, pura y exclusivamente por su producción, ¿Podemos estar todos equivocados menos uno? Seguramente sí.

Además de tomar una decisión para nosotros pésima, las acciones del partido no ayudaron al entrenador. Mendoza entregó mal la pelota que terminó con el tiro libre rival, de esa ejecución Cerutti recibe solo tras un rebote y juega el centro para que Angeleri convierta sin más resistencia que la de Romat. Un equipo generó diez avances, el otro dos. Ganaba este último.

Azconzábal metió otro cambio raro enseguida, que sonó a un intento de lavar culpas. Toranzo por Risso, muy raro. Extraño porque el Globo mantuvo la línea de cuatro pero con Fritzler, quitando presencia, empuje, buen toque y marca del mediocampo. El Pato las pidió todas pero se equivocó casi siempre, lo queremos, le agradecemos. Está muy lejos de sus luces. Quedaba mucho tiempo para intentar revertir, pero el equipo ya estaba partido.

Angulo por Compagnucci fue otra jugada discutible, el Globo quemó las naves en el momento incorrecto y jamás pudo recuperar esa furia ofensiva. Puso en aprietos al rival solo con pelotas al área, pero no logró estar realmente cerca del empate. 

Si medimos las formas fue una derrota más, incluso mucha gente eligió aplaudir a un equipo que logró una actuación inédita en la temporada. Si se mantiene este espíritu ofensivo estamos a la altura de cualquiera, pero los antecedentes recientes no nos permiten creer en cuentos de hadas. Duele que sea con el clásico rival, tenerlo contra las cuerdas y no poder rematarlo. 

La lectura del partido es una sola, hubo un equipo que hizo todo para ganar y no lo ganó. Hubo un cambio muy discutido que mutó negativamente la estructura del partido, y otras dos modificaciones que alimentaron la confusión general. 

A intentar potenciar lo bueno para cerrar sin complicaciones este semestre. A pensar en modificaciones profundas de cara a lo que se viene post junio. Todo esto en Parque Patricios, donde estamos desde el primer día. Y donde seguiremos estando.

 La identidad no se negocia, mensaje para los de adentro y para los de no sé dónde. 

– Síntesis – 

Huracán: Marcos Díaz; Nicolás Romat, Matín Nervo, Mario Risso, Lucas Villalba; Lucio Compagnucci, Matías Fritzler; Daniel Montenegro, Mariano González, Alejandro Romero Gamarra y Norberto Briasco. DT: Juan Manuel Azconzábal.

San Lorenzo: Nicolas Navarro; Paulo Díaz, Marcos Angeleri, Matías Caruzzo y Gabriel Rojas; Juan Mercier; Ezequiel Cerutti, Franco Mussis, Fernando Belluschi y Ruben Botta; Nicolás Blandi. DT: Diego Aguirre.

Gol: 58′ Marcos Angeleri (SL).

Cambios: 12m. Diego Mendoza por Montenegro (H); 15m. Patricio Toranzo por Risso (H); 27m. Ezequiel Ávila por Cerutti (SL); 30m. Juan Angulo por Compagnucci (H); 37m. Leandro Romagnoli por Botta (SL); y 44m. Fabricio Coloccini por Belluschi (SL).
Amonestados: Fritzler y Villalba (H). Mercier, Blandi, Navarro, Díaz y Angeleri (SL).
Incidencia, antes de comenzar el segundo tiempo: expulsado Diego Aguirre (SL).

Árbitro: Fernando Rapallini.