Marcos Díaz: Arrancó a los tumbos pero tardó nada en acomodarse, incluso en el primer ataque del partido sacó un cabezazo bárbaro. Brindó seguridad en cada intervención y respondió de forma perfecta en la jugada más peligrosa que creó el rival en todo el partido, un derechazo potente que Marcos capturo sin sobresaltos. Arrancó el año sin recibir goles, salud por ello.

Federico Mancinelli: Sobrio partido del peleado, que marcó bien en el sector e incluso fue animándose al ataque con el correr de los minutos. Siempre retrocedió a tiempo y marcó con seguridad frente a un equipo que utilizó bastante las bandas, en el complemento armó una buena pared con Ábila y terminó dentro del área sacando un gran derechazo que le tapó Forsyth.

Santiago Echeverría: Era la duda de Apuzzo, y Santiago no lo defraudó. Jugó un partido interesante estándole encima a un picante delantero como Guevgeozian, ganó mucho de arriba y fue certero a la hora de mantener la pelota lejos de Díaz. Solo se le puede reprochar la jugada clara de Alianza en el complemento, sin embargo Echeverría estaba bien parado y la duda por salir a cortar al centrodelantero rival fue compartida. Demostró estar a la altura.

Eduardo Domínguez: Muy buen partido de Eduardo, sin sobresaltos y con muchos aciertos. Aportó seguridad en la última línea y realizó bien los relevos del centro hacía la izquierda. Mantuvo una buena sociedad con Echeverría y destacó por ganar dos pelotas muy complicadas dentro del área, recuperando la pelota con limpieza y dando lugar a la salida del equipo. Si Eduardo mantiene este nivel, que trae desde el resurgir Quemero de 2014, será importante para el equipo.

Luciano Balbi: Auspicioso debut de Balbi, único refuerzo en el once inicial, quien se mostró en buena forma física pese a la falta de rodaje oficial. Arrancó con dudas pero tardó poco en afianzarse, marcó con seguridad e incluso se animó a salir jugando con toques de distinción. Se lanzó en medida justa al ataque y habilitó a Toranzo en la previa al cuarto gol. Ganó el puesto en un puñado de prácticas y terminó debutando con una buena actuación.

Lucas Villarruel: Gran partido de Lucas, en donde por momentos pudo mostrar lo mejor de su fútbol. Marcó con mucha seguridad en el mediocampo y fue un gran soporte tanto para Toranzo como para Vismara, efectuó sus clásicos toques de calidad y buscó siempre seguridad en sus servicios, pese a dos o tres errores aislados. Jugó un excelente pase para Torassa en la previa al segundo gol y demostró que en silencio puede aportar muchísimo al funcionamiento del equipo.
Si Villarruel juega, todo el equipo funciona mejor.

Federico Vismara: Otro que jugó un gran partido, y que también fue mejorando con el correr de los minutos. Arrancó alternando buenas y malas pero rápidamente se afianzó en la cancha y con la marca, distribuyó bien el juego y fue el primer eslabón en varios ataques Quemeros. Pese a no tener la velocidad como herramienta primaria Vismara maneja bien las dimensiones, será muy importante si mantiene o mejora este nivel.

Patricio Toranzo: Gran función de Patricio, quien tocó la pelota en los cuatro goles de Huracán. Armó el contragolpe y dejó solo a Ábila en el primero, tocó en la previa a la jugada del segundo y anotó con mucha clase el tercero y el cuarto. Primero ganó la posición dentro del área para definir con sutileza entre las piernas de Forsyth, después sacó uno de sus clásicos derechazos para ponerle moño a la goleada con una hermosa conquista. En el medio supo qué hacer con la pelota siempre, intentó habilitar aprovechando los espacios y ganó tiempo con la pelota en sus pies. Sí Toranzo consigue regularidad en su fútbol, será el mejor refuerzo que pueda tener Huracán esta temporada. Arrancó con una actuación muy destacada.

Alejandro Romero Gamarra: Un maleducado, deportivamente hablando. Entró al campo de juego en una noche histórico riéndose, y en la primera pelota que tocó le tiró un tremendo caño a Miguez. Kaku jugó como titular con el peso de reemplazar a Martínez pero eso jamás se notó, jugó como si llevara muchos partidos en primera y siempre buscó hacer las cosas simples para él y para el equipo. Siempre acompañó los ataques y en el segundo tiempo ofició de armador, pese a que estuvo atento a la zona izquierda del mediocampo. Marcó su primer gol del año, segundo consecutivo de forma oficial, siguiendo hasta el final la jugada y sin una sola gota de duda.
Alejandro tiene responsabilidad pero en el primer partido la capitalizó a favor, Apuzzo es y será clave en el trabajo de este pibe, quien otra vez demostró estar a la altura y tener mucho para dar.

Agustín Torassa: Jugó mucho por la banda derecha e hizo un trabajo físico admirable, ocupando espacios en cada línea. Torassa pesó más por su ida y vuelta que por su ofensiva, siempre en el marco de un partido en el cual Huracán logró resolver rápidamente. Participó en la previa al segundo gol y siempre acompañó las jugadas. Interesante actuación para un Torassa que parece estar en deuda, pero con buenas intervenciones en sus últimas presentaciones. A seguir así.

Ramón Ábila: Tremendo lo de Wanchope, quien anotó el primer gol de la Copa Libertadores 2015. No dudó un segundo y en el primer mano a mano que tuvo la mandó a guardar, llegando al gol número veinte con nuestra camiseta, diez de ellos en los últimos diez partidos. Estuvo muy movedizo y obligó siempre a los defensores rivales, madrugó a todo el mundo dejando la pelota servida a Kaku en el segundo gol y pivoteó de espaldas al arco en la previa al tercer y cuarto gol. Gran inicio de año para un Ábila que sube escalones en la consideración de todo el fútbol argentino a fuerza de lo que mejor sabe hacer, goles.

Iván Moreno y Fabianesi: Ingreso por Torassa para reforzar al medio y estuvo a punto de convertir un gol en la primera pelota que tocó. Se movió mucho y participó en la circulación del balón, buen ingreso para un Moreno y Fabianesi que claramente está en la consideración de Néstor Apuzzo.

Lucas Favalli: Menos de diez minutos en cancha para un Favalli que se movió mucho pero no tuvo buenos contactos con la pelota.

Iván Borghello: Otro que ingresó con el partido cerrado, y que tuvo poco tiempo para mostrarse en una victoria ya consumada.