El seguimiento de cada jugador en el encuentro ante Atlético Tucumán ¿La figura? Federico Vismara ¿El más flojo? Guillermo Sotelo.
Marcos Díaz: Quedó la sensación que podría haber hecho algo más en el gol rival, se enganchó con la certeza que el balón estaba afuera y cuando volvió a meterse de lleno en la acción fue tarde. Minutos antes le había sacado un tiro muy difícil a Menéndez. Luego del gol rival Marcos recuperó la seguridad y contuvo con mucha calma todos los balones que le llegaron al arco. Actor principal en este semestre de película, Díaz solo recibió un gol en los últimos cuatro partidos de la temporada.
Federico Mancinelli: Gran partido del pelado, clave en la definición. Primero se anotó evitando con una gran maniobra la apertura del marcador, comiéndose a Menéndez en el momento que iba a definir mano a mano con Díaz. Después perdió en el salto con Rodríguez (Puro mérito de La Pulguita) para la desventaja, pero terminó anotando el gol que significó el inicio de la remontada Quemera. Para valorar la conquista, escaló a terrenos prohibidos y definió perfecto bajo un auténtico diluvio. Muy bien por Mancinelli, que coronó un gran cierre de semestre.
Rodrigo Erramuspe: Correcto partido de Erramuspe, atento a la recuperación y firme en el mano a mano. Cometió algunos errores menores y quedó mal parado en el gol del rival, sin embargo se mantuvo certero en el juego aéreo y veloz para los relevos.
Eduardo Domínguez: También completó un cotejo bueno, manteniendo al mínimo los errores cometidos y sin vueltas a la hora de mantener la pelota lejos de Marcos Díaz. Eduardo completó un cierre de semestre en gran nivel, aportó seguridad constantemente y siempre fue una opción de salida para Huracán.
Guillermo Sotelo: Flojo partido del pibe, quien se vio sobrepasado cuando Atlético eligió su sector para atacar. Quedó mal parado en la previa al gol de Atlético, un desorden defensivo lo dejó con el perfil cambiado y terminó por perder el balón en la salida. De todas formas Guillermo compensó con actitud los errores, se acopló bien a sus compañeros y terminó rindiendo en este duro examen que se le presentó, ingresando para ocupar un lugar como titular tras la lesión de Arano.
Lucas Villarruel: Buen partido de Lucas, siempre cerca de las jugadas y buscando aportar claridad. Otra vez estuvo pegado a la banda, lo cual lo alejó de su mejor versión, sin embargo cada vez que tuvo la oportunidad se hizo notar. En el primer tiempo dejó mano a mano al Pity con un hermoso pase, mientras que en el complemento y con el partido empatado cortó en terreno propio un contragolpe peligrosísimo a favor del rival. Villarruel terminó el semestre con un laburo más ligado a la marca que al juego, prohibido olvidar que fue el más regular cuando el equipo no daba pie con bola.
Federico Vismara: Gran partido de Vismara, quien finalizó el año en curva ascendente. Prácticamente no perdió balones y siempre estuvo bien parado, jamás se apuró al jugar la pelota y aún sin Villarruel en cancha logró dominar las dimensiones del mediocampo. Metió hasta en la última bola, dejó todo en la cancha y terminó siendo el mejor jugador de la final por lograr mantener un nivel muy parejo (Y positivo, claro) a lo largo de los 120 minutos. Si puede afianzarse y darle continuidad a sus producciones, será muy importante para todo lo que se nos viene.
Patricio Toranzo: El balance final termina dando saldo positivo para Patricio, quien no estuvo fino para soltar la pelota. Destacó por un gran laburo táctico, cerca de las jugadas y del balón, intentando cuidarlo y con una sana intención de avanzar en dirección al arco rival. No logró imprimir su sello a los muchos balones aéreos que ejecutó, tampoco estuvo cerca de anotar, pero Toranzo aportó pausas necesarias que terminaron por revalidar su importancia para el equipo.
Gonzalo Martínez: Otro que tuvo un partido irregular, Pity explotó de a ratos pero cuando lo hizo fue peligroso. Armó algunas escaladas y tuvo en sus pies las dos más claras del primer tiempo, pegó un zurdazo en el palo y también quedó a centímetros de convertir con un remate cruzado. En el complemento corrió más de lo que jugó y el equipo lo sintió, Gonzalo se juntó con Sotelo para combatir las embestidas del rival y fue perdiendo peso ofensivo con el correr de los minutos.
Cristian Espinoza: Mucho despliegue por parte de la joya, quien se movió por ambas bandas y siempre buscó desnivelar. Alternó buenas y malas en el mano a mano, pero participó en jugadas ofensivas del equipo e incluso intentó con remates al arco que fueron peligrosos. En el complemento perdió resto físico y terminó siendo reemplazado, la importancia de Cristian en este semestre fue mucha y terminó cumpliendo en el último compromiso del año. Tiene mucho más para darnos.
Ramón Ábila: Pocas pero buenas fueron las intervenciones de Ábila durante los noventa minutos. Primero armó una enorme jugada para Pity, que terminó pegando en el palo, y luego creo espacios que fueron aprovechados por sus compañeros. En el complemento aguantó la pelota en la previa al empate de Mancinelli y sobre el cierre definió perfecto mano a mano con Calviño, pero el poste le negó la conquista. En el tiempo extra pudo anotarse en el marcador, abriéndose camino entre la defensa rival para recibir y definir expeditivamente entre las piernas del uno rival, concretando el ascenso para el Globo y validando aún más su condición de goleador en este Nacional B. Wanchope tuvo un año con muchos goles y también altibajos, pero terminó siendo clave en el sprint final. Que no se corte.
Agustín Torassa: Como en la final de la Copa Argentina, Torassa vio minutos para reemplazar a Espinoza y aportar frescura en un momento de desgaste. Generó la expulsión de Leandro Díaz y, minutos después, la de Lucas Calviño tras una explosiva carrera del círculo central al área rival. Ejecutó el penal que a él mismo le cometieron para ponerle moño a la goleada, y decretar el 4 a 1.
Alejandro Romero Gamarra: Que decir de este pibito, que entró con una confianza impresionante en un partido tan trascendental. Saltó entre risas al campo de juego y a los pocos segundos mandó a guardar un balón suelto en el área rival, para marcar el gol que termina siendo el ascenso a Primera División. Resolvió con facilidad una acción que no era tan sencilla. Kaku tuvo un año explosivo, jugando poco pero marcando goles, y devolviéndole a Apuzzo toda la confianza y las palabras de aliento. Mientras Romero Gamarra se afianza en el equipo y se prepara para debutar en primera división, ya tiene en su haber un ascenso, un título, y goles importantes. Futuro brillante, para él y para el Globo.
Alejandro Gallegos: Entró para disputar el segundo suplementario, y como no quiso ser menos que los otros relevos, se anotó en el partido con una gran asistencia para que Wanchope marque el tres a uno. Alejandro fue una rueda de auxilio durante todo el semestre, y terminó destacándose en el último compromiso.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.