Superliga 2017/18 – Fecha 1; Independiente 3 vs. Huracán 1 – El seguimiento de cada jugador del Globo.

Marcos Díaz: Regresó al primer equipo tras su turbulenta pretemporada y construyó una actuación con dudas, en la que no logró transmitir seguridad. No tanto por los goles, en donde fue el último responsable, sí por varios balones que contuvo en dos o tres tiempos y algunas salidas muy desorientadas. En un arquero de su talla siempre queda la sensación de poder hacer algo más ante las conquistas rivales, pero más allá de eso Marcos no logró imprimir su presencia.

Cristian Chimino: Con buenas y malas fue un interesante partido de Chimino, al menos para comenzar a conocer sus cualidades como marcador de punta. Estuvo firme en el mano a mano, logrando recuperaciones complicadas y mostrando buenos recursos a la hora de jugar la pelota. En contraposición perdió la cuerda en la previa al primer gol rival, y le faltó proyección en el contexto de un equipo rigurosamente tirado atrás. Crédito más que abierto.

Saúl Salcedo: Estuvo a la altura de las circunstancias, haciendo su debut en otra liga y a pesar de su juventud. Demostró personalidad en la marca y también para ceder la pelota, aunque le faltó precisión en el despeje y apuró un remate complicado cuando podía buscar pase. Con cosas a mejorar dejó en claro ser una variante más que válida en una zona de la cancha donde hay abundancia.

Martín Nervo: En un partido desparejo desde lo futbolístico, Nervo fue clave en las situaciones aisladas que terminaron definiendo el marcador a favor de Independiente. En el segundo gol rival solo hizo sombra al delantero que se le escapó apenas corriendo para adelante, mientras que cedió la pelota y se resignó al retroceso en la previa al tercero. No hay dudas que tiene la personalidad para sobreponerse a las malas actuaciones que viene construyendo, pero su bajo nivel deportivo lo pone bajo la lupa a la hora de asegurar su titularidad. Mucho más ahora que tiene recambio de jerarquía respirándole cerca. Estamos a tiempo de probar variantes.

Lucas Villalba: No fue un buen partido de Lucas, que tras entrenar toda la pretemporada como volante central regresó al lateral izquierdo. Perdió mucho el hombre a hombre e hizo agua en cada balón que cayó a sus espaldas, no tuvo lugar para proyectarse y jamás pudo hacer gala de su buen manejo y elegante pie. A levantar con Colón, en la zona de la cancha donde le toque estar.

Lucio Compagnucci: Mal debut de Lucio en la temporada, haciendo un partido que él mismo describió como malo. Chocó con Calello y estuvo lejísimos de la pelota, no pudo explotar sus virtudes y la impotencia lo llevó a pegar un patadón que le valió amarilla. No fue conductor en el círculo central, tampoco referencia para la marca. Terminó improvisadamente reemplazado por Araujo. A cambiar de página lo más rápido posible.

Adrián Calello: Hizo su debut absoluto con la camiseta de Huracán en la misma semana que confirmó su vínculo con la institución, Calello no desentonó pero sí dejó en claro que necesita más prácticas para afianzar su juego colectivo e individual. Mostró buena intensidad para la marca y muy poca precisión para le cesión, entregando directamente a los rivales varios balones. A riesgo de apresurarme considero que Adrián tiene las herramientas para ser ese famoso cinco que nos anda faltando, sin dudas el tiempo de trabajo lo mejorará y dependerá de él calibrar la mira para contribuir en la circulación de la pelota.

Ignacio Pussetto: Visiblemente incómodo en la banda derecha, arrancando siempre del círculo central para atrás. Nacho peleó mucho y encontró pocos espacios, solamente hizo gala de sus virtudes cuando enganchó alguna pelota suelta veinte metros más cerca del arco rival. No logró situaciones propias y elaboró poco para los compañeros, más allá de un ingreso al área que definió mal. Está clarísimo que su actuación en esa porción del campo no es negocio para nadie, ni para el jugador ni para el equipo.

Alejandro Romero Gamarra: Con más vocación, o al menos minutos, que Pussetto en la función de volante externo Kaku estuvo lejos de sus posibilidades. Eso sí, cuando recibió cómodo en inmediaciones del área hizo diferencias asistiendo con un excelente centro el gol de Ábila. Romero Gamarra entró alguna pincelada (Cañazo a Gutiérrez) que resultó más que insuficiente en la construcción global del partido, necesita más contacto con la pelota y estar más cerca de un compañero con quien pueda encontrarse en dos o tres pases. Necesitamos más de él, está clarísimo.

Fernando Congilio: Se fajó en pos del equipo moviéndose principalmente fuera del área, lejos de su hábitat natural. No logró situaciones propias y estuvo lejos del gol durante todo el partido, sí participó de forma directa en la conquista de Ábila decidiendo la dirección de ataque con una buena diagonal y descarga a Romero Gamarra. La cuestión ahora será pensar si ahí en donde más jugo se le puede sacar a Fernando, y si sus buenas intenciones alcanzan para sostenerlo en el once inicial. Ganó mucho de espaldas e incluso metió, es un jugador muy bueno y debe tener minutos.

Ramón Ábila: En su vuelta a Huracán mantuvo su infernal registro goleador, tardando apenas dieciocho minutos en volver a convertir con nuestra camiseta. Wanchope convertirá en oro casi todo lo que toque dentro del área, el asunto es ver como llevamos la pelota hasta esa zona. Su peso en el partido pasó por la diana y la atención que la defensa rival puso sobre él, cuando salió del rectángulo cedió bien la mayoría de las pocas que tocó. Los delanteros se miden por goles y Ramón ya se puso al día. Siempre vamos a esperar más de un tipo que con la del Globo parece no tener techo, pero esperar que haga todo solo sería un error. Hay que exigirle porque, si quedaba alguna duda, volvió a demostrar que cumple.

Carlos Araujo: Soldado de Huracán, jugará en donde lo manden y lo hará de la forma más digna posible. Pipi mudó su gomería a la zona central, donde parchó un puesto en el que el equipo carece de variantes. Lo hizo con intensidad y buenas intenciones, con la derrota prácticamente consumada.