Superliga 2017/18 – Fecha 22; San Martín (SJ) 0 vs. Huracán 1 – El seguimiento de cada jugador del Globo.
Marcos Díaz: Apareció cuando más lo necesitó Huracán con cinco intervenciones importantes durante el complemento. Ninguna fuera de serie, como las que suele lograr, pero sí suficientes para mantener su portería en cero cuando más caliente estaba la cosa. Cometió algunos errores en la salida y no tuvo precisión en los saques de arco, poco importa en un balance final más que positivo. Y está en el podio, claramente.
Carlos Araujo: En la primera mitad tuvo una salvaba sobre la línea que realmente valió un gol, fundamental para mantener el cero en nuestra portería. Pipi tuvo algunas dificultades durante la primera mitad pero pudo salir airoso de las mismas, en el complemento levantó su performance contribuyendo a clausurar el lateral derecho.
Carlos Matheu: Mal partido de Matheu, sorpresivamente muy por debajo de su nivel. Perdió la gran mayoría de los mano a mano, jamás paró a un rival en el ingreso al área y cometió infracciones que de milagro no nos representaron peligros mayores. No pudo aportar su jerarquía y quedó en deuda por primera vez desde que viste nuestra camiseta. Raro en él, al menos en lo que venía mostrando, ojalá sea un mal partido y nada más. Lo necesitaremos pleno ante el Bicho.
Martín Nervo: Venía siendo lo mejorcito del fondo a fuerza de potencia aérea y buenos despejes, pero sufrió como nadie los errores de Herrera. Primero lo amonestaron por una infracción invisible, donde no sujetó ni golpeó al rival, eso ya lo condicionó. Luego terminó expulsado por una mano que no existió, más allá de tener el brazo en jarra la bocha da claramente en la cola. Insólito.
Pablo Álvarez: Otro partido agridulce de Álvarez, sin mucho recorrido por la banda ni grandes aciertos defensivos. Eso sí, después de la expulsión de Nervo sacó chapa creciendo en actitud y cortando algunos avances complicados. Tras un primer tiempo muy pobre remontó en el complemento y terminó aprobando durante el último cuarto de hora.
Israel Damonte: El que mejor entiende como se juega a esto, sea cual sea el nivel general que presente en el equipo. Damonte fue el jugador de Huracán que más balones peligrosos despejó en área propia y también el único que tuvo herramientas para ganar segundos en mitad de cancha. Tuvo personalidad, potencia y mucha marca durante todo el partido, por eso en el balance fue el mejor jugador del Globo en la tarde.
Mauro Bogado: Jamás estuvo cómodo en el partido, ante un rival y en un estadio que conoce de memoria. Mauro regresó a ser un volante puramente de contención y eso le quitó despliegue, más allá de eso falló algunos balones simples sin poder clausurar su espacio como Damonte. Corrió y metió mucho, terminó nuevamente cansado y reemplazado.
Ricardo Noir: Arrancó el partido con buenos movimientos ofensivos e incluso apareció como nueve en algún que otro pasaje, terminó totalmente estático en la banda izquierda y sin rebeldía para romper el molde. En el complemento logró el único tiro limpio de Huracán con un zurdazo a media altura, luego fue reemplazado. Poco para Tito, a quien seguimos viendo lejos de su mejor versión en otros clubes.
Ignacio Pussetto: Fue un volante durante todo el partido, siempre formando parte del sistema defensivo del equipo. Recién logró movimientos de delantero entre la salida de Noir y la expulsión de Nervo, sin embargo no tuvo espacio que explotar durante esos diez minutos. Nacho fue utilizado por Alfaro para intentar dominar la banda con su velocidad, el resultado le dio la razón al entrenador. Después quedará en cada uno de nosotros analizar cuanto sirve tener al goleador del equipo desenvolviéndose como 4 bis.
Nicolás Silva: Regresó al primer equipo y cumplió con creces convirtiendo el único gol en la tarde, ese que le da a Huracán tres puntos muy importantes. El Mosquito intentó manejar la bocha de arranque pero rápidamente se quedó sin espacios ni compañeros con quien jugar. Sí sacó jugo máximo de sus incursiones ofensivas, primero le sirvió el gol a Mendoza y luego definió de forma perfecta el contragolpe que terminó con bello zurdazo a gol. A partir de ese momento fue un volante más, marcando con mucha firmeza hasta que fundió motor.
Diego Mendoza: Tuvo su oportunidad como titular e intentó aprovecharla en un contexto adverso para cualquier delantero. Fue el único jugador de campo con la libertad de salirse del gran bloque defensivo, sin embargo tuvo muchísimo terreno por cubrir y esto lo quemó en el aspecto físico. En lo que respecta a su juego tuvo dos grandes momentos, primero pifió una oportunidad mano a mano en el punto penal donde a pesar de calzar el balón no pudo direccionarlo a potería. Luego hizo un perfecto movimiento para ganar en las alturas pivoteando a la carrera de Silva en la previa al gol. Cumplió, pero lejos estuvo de asegurarse el lugar a pesar que la competencia se lo facilita.
Adrián Calello: Su ingreso mejoró el mediocampo, achicó el círculo central y contuvo a los volantes rivales hasta que la expulsión de Nervo rearmó el aparato defensivo. Calello mordió a sus marcadores de cerca y trabajó bien para intentar mantener el cero. No puede faltar, aunque sea un dolor de cabeza para el entrenador.
Federico Mancinelli: Volvió Manci, uno de los más queridos del plantel por el Pueblo Quemero. Aportó jerarquía en un momento caliente, se hizo cargo de la zaga y sacó varios pelotazos de cabeza, incluyendo anticipos lejos del área. Qué lindo volver a verte pelado.
Cristian Chimino: Entró para sumar un defensor a la última línea y aunque en su primera intervención perdió la marca terminó acoplándose bien a la propuesta del entrenador.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.