Superliga 2018/19, Fecha 16 – Huracán 2 vs. Rosario Central 1 – El seguimiento de cada jugador del Globo.

Antony Silva: Recibió su primer gol en contra, sacó a puro reflejo un cabezazo a quemarropa en el área chica y el rebote fue capturado de forma insólita por Herrera. En líneas generales Silva respondió bien cuando la pelota llegó a su posición, a veces en dos tiempos, aunque dejó dudas a la hora de salir a romper en la dimensión del área. Demasiado temprano para sacar conclusiones, y con una jerarquía difícil de discutir, el golero paraguayo tiene todo el crédito.

Cristian Chimino: Durante la primera mitad fue constante opción de pase en la salida del lateral derecho, apareciendo en varios toqueteos del Globo libre y en posición de wing. Tuvo más avances que intervenciones, de todas formas logró mantener un alto ritmo en la banda y a puro empuje terminó consolidándose entre los valores más altos del equipo. Terminó con saldo positivo en la marca, entre cierres y despejes. Quedó en la foto del gol rival, a su favor hay que decir que era difícil prever la definición que terminó inventando Herrera.

Saúl Salcedo: Hizo un buen partido, aun formando parte de la nebulosa durante el complemento. Logró salir airoso cerrando el juego como el único central Quemero en cancha, se movió cerca del nivel que mostró durante el cotejo anterior y pudo mantener el margen de error individual al mínimo. Ahora tendrá la responsabilidad de comandar, sin Mancinelli, la dupla central durante dos partidos complejos como serán Racing y Vélez; toda la confianza en él.

Federico Mancinelli: Venía jugando un buen partido hasta el momento de la expulsión, mostró gran firmeza para la marca hombre a hombre y fue responsable de varias recuperaciones durante el complicado complemento. También tuvo incidencias ofensivas en el área rival, destacándose un zurdazo que terminó por sobre el travesaño. Más allá que saltó con vehemencia en el tumulto tras la cobardía de Ortigoza, la sensación final es que la roja responde principalmente a la falta de personalidad de Baliño; de ninguna manera merecía la misma sanción que el capitán rival. Ahora lo perderemos por, al menos, dos partidos muy importantes, el equipo sentirá su baja.

Carlos Araujo: Tuvo un partido complejo, atareado de principio a fin, y con Rosario Central volcando gran parte de la tensión de su ataque por la zona defendida por Araujo. En la primera mitad le costó sostener la marca sobre Diego Becker, de todas formas el balance le dio positivo e incluso el entrenador rival terminó sustituyendo al atacante. En el complemento logró algunos cierres importantes dentro del área, también se adaptó de inmediato cuando retomó el lateral derecho. Sin brillar y con mucho esfuerzo, cumplió.

Israel Damonte: Completó una actuación importante para el equipo, aún con vaivenes en cuanto a las disputas por el balón. Se destacó por ser el encargo de la presión alta, desgastándose ante cada salida rival y siempre cerca de las acciones. Hubo, nuevamente, momentos en los que abusó de su vehemencia y terminó pagando al intentar arrojarse para cerrar. En líneas generales sus aciertos fueron más trascendentes que los errores cometidos, siempre manteniendo alto su nivel de entrega y corazón.

Iván Rossi: Caudillo en el mediocampo, guapo de verdad, supo manejar las distintas tenciones del juego con criterio para jugar y meter. No se dejó comer en la zona aun estando bastante estático en la línea, adelantándose poco y nada para atorar a los lanzadores Canallas. Corrió mucho y también tuvo chispazos ofensivos, pero está para contener y desarrolló en buen nivel la función.

Carlos Auzqui: Arrancó muy bien, picante por la derecha, con buenos recursos para dominar y darle curso a los ataques. Fue perdiéndose en su propia imprecisión, equivocó caminos a la hora de buscar centros y decidió ceder la pelota larga a Gamba cuando Roa lo dejó mano a mano con el golero Ledesma. Hizo un gran desgaste físico en el retroceso, sin embargo terminó enganchando a todos en la diana Canalla. Terminó reemplazado cuando daba señales de agotamiento, y se llevó aplausos al ser sustituido.

Andrés Roa: Se desenvolvió por la banda izquierda en su segundo partido como titular tras la lesión, pero fue rompiendo por el centro cuando demostró todo su talento para la conducción ofensiva. Primero saltó líneas a puro amague dejando a Auzqui solito de cara a Ledesma, acción que Carlos no definió de la mejor manera, después armó una tremenda jugada para romper el cero; el colombiano se llevó la redonda a pura potencia y con su talento sentó al uno rival para definir de derecha al arco que él mismo dejó a su merced. Al ver la repetición se advierte el tirón antes del amague, perderlo fue un golpe del cual el equipo nunca se recuperó. Ojalá su recuperación demande poco tiempo, pero no hay que apurarse ni pretender quemar etapas. Roa es la inspiración de este equipo, y aun con todos los minutos que se perdió por lesión es uno de los máximos artilleros de Huracán en la temporada.

Lucas Barrios: Jerarquía y talento al servicio de Huracán, dos partidos le alcanzaron para convertir el primer gol con nuestra camiseta. Barrios mostró repertorio en cuanto a pivoteo y generación de espacios, también sacó chapa con un tremendo unipersonal que incluyó pisada en puertas del área grande y derechazo fortísimo casi sin recorrido. Recuperó el balón que terminó en el segundo, generó el rebote que Gamba aprovechó perfecto y definió con categoría para sellar la diana que terminó siendo la única diferencia. Su sola presencia complica a los centrales rivales, volvió a ser reemplazado en claro consenso con el entrenador, cuando se lo percibía cansado.

Lucas Gamba: Es, hace varios meses, la llama ofensiva de este Huracán. Lucas puede arrancar la jugada acostado en la banda derecha y de inmediato aparecer por el vértice opuesto para atacar el espacio. Su empuje es admirable, pero además de chocar también es una máquina de generar peligro; derechazo que terminó pegando en el poste, mediavuelta a manos del arquero y asistencia para que Barrios convierta el segundo. También participó en el primero, bancando originalmente la pelota que Roa se llevó a gol. Lucas llegó figura y ya logró consolidarse con nuestra casaca, quizás le faltó precisión pero tiene el enorme mérito de generarse sus propias situaciones. Por empuje, incidencia ofensiva y ritmo de competencia, fue nuevamente la figura de Huracán.

Norberto Briasco: Ingresó por la lesión de Roa y no terminó de encontrar su mejor forma para desarrollarse, estuvo muy atento al aspecto ofensivo y el rápido descuento del rival lo volcó prácticamente como un volante defensivo más. Casi que no desniveló de tres cuartos para arriba, al margen de algunas pocas patriadas. Veremos sí tiene lugar el próximo domingo ante Racing.

Walter Pérez: El partido pedía su ingreso, para aportar dinámica a las bandas, Walter tardó algunos minutos en asentarse pero terminó lográndolo con mucha personalidad en el sector izquierdo. Logró recuperaciones importantes, entregó algo de oxígeno en la salida, y terminó recibiendo el bochazo que valió la expulsión de Ortigoza.

Andrés Chávez: Entró en un momento complicado del partido y no resolvió la falta de ofensiva por parte del Globo, que siguió dependiendo exclusivamente de las posibilidades de Gamba aunque ya sin arrastre de marcas que siempre lleva consigo Barrios. Andrés volvió a mostrarse sin velocidad, intentando pelear los balones largos pero lejos de la buena forma que había mostrado antes de su última lesión. Tuvo un zurdazo al arco que llevó peligro, también un pequeño desborde por izquierda que resolvió mal.