Superliga 2018/19, Fecha 22 – Huracán 1 vs. San Martín (T) 3 – Huracán no puede levantar cabeza ni siquiera contra un equipo cuasi descendido como el San Martín de Tucumán de Ricardo Caruso Lombardi. El rendimiento del equipo suplente que paró Mohamed fue preocupante a pesar de los innumerables cambios posicionales y de esquema que hizo el entrenador durante el partido.

Desde el partido pasado por la Superliga ante Patronato, Antonio Mohamed viene optando por jugar con un equipo alternativo en dicho torneo. Si hacemos una comparación entre aquel conjunto que cayó en su visita a Paraná, hay que decir que hubo 4 modificaciones: Fernando Pellegrino hizo su debut reemplazando a Antony Silva, Lucas Merolla también tuvo su primera incursión como titular ingresando en lugar de Omar Alderete, Juan Fernando Garro hizo las veces de Norberto Briasco y el juvenil Nicolás Cordero entró por Andrés Roa. El esquema electo fue un 4-4-2, aunque se fue mutando con el correr de los minutos. De esta manera, la alineación quedó conformada con Pellegrino en el arco, una línea de 4 defensores con Carlos Araujo y Walter Pérez por los costados, y Saúl Salcedo con Merolla como centrales. En el mediocampo, Garro y Javier Mendoza como carrileros y Patricio Toranzo con Juan Ignacio Sills como dupla de volantes centrales. En la delantera estuvieron Chávez y Cordero.

El encuentro comenzó con Huracán, para variar, perdido y sin rumbo. Uno de los rasgos más distintivos fue la insistencia por salir jugando por abajo desde el arquero, algo que el rival identificó muy rápidamente y comenzó a presionar. De aquí surgen varios interrogantes: ¿Vale la pena insistir con una metodología que no sale, teniendo en cuenta que los intérpretes (tanto suplentes, como titulares) no se sienten cómodos? ¿Es fructífero que el arquero le pase la pelota a alguno de los defensores para que éste pegue el bochazo en busca de los delanteros? Si lo que termina sucediendo es esto último, ¿no sería más inteligente que directamente sea el arquero quien envíe dicho pelotazo? Son preguntas que respecto a este tema se me pasan por la cabeza partido a partido y que no encuentro respuestas. Aparentemente el entrenador no tiene interés en modificarlo a pesar de que es evidente que al equipo le cuesta llevarlo a cabo.

Regresando a lo que fue el encuentro, hay que decir que Mohamed se vio obligado a realizar la primera modificación muy temprano por la lesión de “Juanfi” Garro a los 9 minutos de juego, y que en su lugar ingresó el colombiano Daniel Hernández. Poco tiempo después, tras una burda pérdida del balón de Toranzo, San Martín enarboló una interesante contra que culminó con el 1-0 a su favor. Pero minutos después fue justamente “Pato” quien conectó una gran asistencia para que Chávez igualara las acciones. El ex River debía asumir desde esa posición de doble 5, la responsabilidad de generar juego y Sills mas la marca, pero sacando dicha jugada poco pudo rendir en este rol.

Para el complemento hubo una modificación, Iván Rossi ingresó en lugar de Mendoza y ocupó el lugar de Toranzo en el medio, pasando Patricio a jugar como carrilero por izquierda. Desafortunadamente, a los 6 minutos del segundo tiempo San Martín volvió a ponerse al frente en el marcador a través de un tiro desde el punto de penal. Inmediatamente, Mohamed realizó su último cambio e hizo entrar a Lucas Gamba en lugar de Salcedo. Pero ésta vez también hubo una mutación en el sistema de juego pasando a un 4-2-3-1: Sills pasó a la zaga central con Merolla, Toranzo retomó su posición de volante central al lado de Rossi, Cordero retrocedió unos metros para ubicarse por el sector izquierdo, Gamba quedó por la derecha, Hernández suelto en el medio y Chávez como referencia arriba. Todos estos incontables cambios posicionales y de esquema hablan del real problema que tiene el entrenador para encontrar un método efectivo para hacer funcionar al equipo. El partido continuó con Huracán intentando remontar, pero después de un nuevo error defensivo, los tucumanos encontrarían increíblemente un tercer gol que terminó por culminar toda esperanza de levantada.

Es realmente preocupante la actualidad en la que hoy por hoy está inmerso Huracán. Se perdió todo lo positivo que desde lo futbolístico se había ganado en el anterior proceso, ya sea la solidez defensiva, el respeto en cada partido de local y, claramente, el altísimo nivel que venían mostrando la mayoría de los futbolistas. Se necesita imperiosamente de un triunfo que ayude a levantar la parte anímica en primera instancia. El cuerpo técnico afirmó estar con ganas de continuar pero con eso solamente no alcanza. El jueves se viene el segunda examen en la Copa Libertadores y el margen de error es cada vez mas fino.