Copa Libertadores 2019, Fecha 3 – Deportivo Lara 2 vs. Huracán 1 – Difícil seguir escribiendo notas cuando todos los partidos, desde hace muchas semanas, muestran lo mismo. Se podría copiar y pegar el comentario de los partidos con San Martín de Tucumán, Unión, Patronato, Estudiantes, y salvo algún cambio de nombre o algún detalle, el equipo sigue mostrando muy poco fútbol, muy poca reacción, muy poca defensa, muy pocas ideas en ataque, y lo que es más preocupante, muy pocas ganas.
LO BUENO
Nada: lamentablemente, no hay nada bueno para destacar. Huracán defendió horrible, no atacó nunca con peligro, sólo se puso en partido por un gol en contra, y en todo momento fue dominado por el rival, que prácticamente no sufrió y se metió atrás sabiendo de las debilidades del Globo en ataque. Ni siquiera alguna actuación individual para destacar.
LO MALO
Defensa: sin puntualizar en ningún jugador (habría que hablar de todos, en todas las líneas) la línea defensiva de Huracán fue un desastre toda la noche. En el primer gol Salcedo cometió un penal infantil, contra un jugador que ni siquiera iba hacia el lado del arco. En el segundo, no sólo queda un hueco enorme en el medio de la defensa, sino que además Araujo queda enganchado habilitando al delantero. Además de eso, Silva tapó en varias oportunidades lo que hubiese sido el tercer gol venezolano, incluso cuando Huracán ya jugaba con un hombre más. Mancinelli volvió a ser un mar de dudas que contagia al resto (salió reemplazado) y Alderete alternó ganas de ir al ataque con errores por todos lados. Para rematarla, Silva cumplió, pero no gana partidos como lo hacía Díaz.
Mediocampo: en el medio Huracán también hizo agua. Primero perdió todo el primer tiempo, ante un equipo venezolano que seguramente está al nivel de cualquier equipo del Nacional B de Argentina. Rossi gastó más energías en los nervios y en pelearse con los rivales que en jugar. Sills está muy lejos, por ahora, de ser un jugador que le sirva al equipo. Pareciera limitarse nada más a tocar la pelota y descargar con algún defensor, para no entrar más en juego. Mendoza, una vez más, demostró que la camiseta le queda enorme: todavía no se puede entender cómo llegó a Huracán. Tiene a favor, igual que Sills, que vienen jugando con un equipo fantasma y en caída libre.
Ataque: arriba tampoco se vio nada diferente a los últimos partidos. Muy pocas ideas, muy pocas situaciones claras, muy pocas sorpresas, y los desbordes que siempre terminan en manos del arquero o atrás del arco. Lo poco que generó, fue más por ir “todos al ataque” que por juego asociado. Roa intentó mucho, pero se equivocó siempre. Auzqui chocó más de una vez con su propia impotencia, por querer terminar las jugadas solo. Briasco se mostró movedizo en el primer tiempo y hasta tuvo la más clara de Huracán, pero no logró anotar. Chávez, el más peligroso de Huracán en los últimos partidos, mostró voluntad pero jugó casi siempre lejos del arco. Gamba entró como viene jugando todo el semestre: impreciso, lento y sin gol (se perdió uno increíble abajo del arco, cuando arrancaba el segundo tiempo). Y Cordero, los pocos minutos que ingresó, no pudo hacer mucho.
El árbitro: sin influir para nada en el resultado y habiendo cobrado bien el penal para Deportivo Lara, el juez uruguayo Leodán González cortó el juego todo el tiempo. Cualquier roce o cualquier jugada con el cuerpo era infracción, sumado a que estaba con la tarjeta floja y amonestó jugadores por toda la cancha. El error más grande fue la expulsión de Mendoza, pero el partido ya estaba terminado y no había tiempo para más.
Peligra el pase: la clasificación a octavos de final, si bien todavía es posible, quedó muy complicada. Huracán deberá ver si puede rescatar un punto en Brasil y luego ganar los dos partidos como local, además de depender de otros resultados, para intentar llegar a los octavos de final. El grupo era facilísimo en la previa, sigue siendo facilísimo ahora que vimos a los rivales, y será facilísimo en los partidos de vuelta. Si el Globo ajusta todo lo que tiene que ajustar y cambia el chip de una vez, podrá conseguir la clasificación.
LO FEO
Mohamed: llegó a Huracán con toda la ilusión de agarrar un equipo armado que peleaba cosas importantes y poder coronarse en alguna de las competiciones. Hoy se va (hoy, mañana, el lunes a más tardar) con un equipo destruido futbolística y anímicamente, la relación totalmente rota con los jugadores, y con todos los objetivos sin cumplirse (no peleó el campeonato, no entró a la Copa Liberadores, sólo un milagro nos depositaría en la Sudamericana, y está quedando afuera de los octavos de final). Es el principal responsable, por no saber manejar al grupo, por no encontrarle la vuelta adentro de la cancha, pero principalmente por estirarlo hasta las últimas consecuencias, cuando ya parece tarde para revertir cualquier situación. Es un quemero de ley y duele este presente, pero no se puede negar el gigante fracaso que fue esta etapa.
Nadur: el presidente de Huracán también es responsable de este presente. Los refuerzos que llegaron no estuvieron a la altura del recambio que cualquier técnico puede necesitar, sobre todo Mendoza, Sills y Hernández que juegan poco y nada. El silencio sobre la situación de Mohamed y los resultados futbolísticos asombra, como si los dirigentes no tuviesen nada que ver y todas las decisiones pasaran por el técnico (sobre su continuidad o no). Para rematarla, se siguen escuchando los rumores sobre una posible quita de puntos y la falta de pago del pase de Salcedo (y nos quejábamos cuando Cruzeiro hizo lo mismo con Wanchope Ábila).
Pensamiento libre: Huracán cayó en un pozo tremendo, no juega a nada, pierde todos los partidos (con suerte empata alguno), y los jugadores parecen no tener respuestas futbolísticas ni anímicas. Los resultados son un papelón partido tras partidos, perdiendo ante rivales muy inferiores (al menos lo eran hasta el semestre pasado), y con dudas que se acumulan semana a semana. Cito a mi compañero Daniel Belas, con su permiso, porque una frase suya resume muy bien la idea que quiero expresar: “creo siempre en los jugadores, en que quieren ganar. Me resisto a pensar que haya algo más que una seguidilla de infortunios y malas decisiones. No obstante, el que quiere pensar mal tiene la góndola llena”.
LAS PERLITAS
El mejor: Antony Silva
El peor: Carlos Araujo
El dato I: además de acumular 11 partidos sin ganar, Huracán hace también 11 partidos que no puede ponerse arriba en el marcador en ningún momento del juego.
El dato II: 19 jugadores utilizó Mohamed en los tres partidos de Copa Libertadores, una clara muestra de que no encuentra el equipo por ningún lado.
El dato III: es la cuarta vez que el Globo juega en Venezuela y las cuatro fueron derrotas. Las tres anteriores se dieron ante Mineros de Guayana (Libertadores 2015, 0-3), Caracas (Libertadores 2016, 1-2) y Deportivo Anzoátegui (Sudamericana 2017, 0-3).
Papá de Bianqui, junto a Barbi ? Licenciado en Comunicación Social. Hincha y socio de Huracán, como debe ser. Y admirador del Barça.