Superliga 2019/20; Fecha 10 – Huracán 2 vs. San Lorenzo 0 – Enorme triunfo del Globo en el clásico. Dominó a San Lorenzo desde lo actitudinal, lo traspasó al resultado, nunca se complicó en su área y cuando pudo lo liquidó. Mucha entrega, orden, concentración y colaboración, las claves para que Huracán se quede con un triunfo que se recordará por mucho tiempo. Una vez más, Apuzzo parece encontrar en un plantel las respuestas que otros técnicos no pueden.
LO BUENO
Cierre hermético: la defensa de Huracán tuvo un partido perfecto. San Lorenzo nunca pudo crear peligro, más allá de tener la pelota cerca del área. Nadie falló nunca, y gracias a esto Silva casi no tuvo trabajo. Ibañez jugó un partidazo, con cierres a tiempo, con tranquilidad como para bajarle la pelota de pecho a su arquero, y con una responsabilidad enorme en el primer gol del Globo. Merolla y Salcedo ganaron siempre, nunca quedaron mal parados y tuvieron un partido redondo. Araujo, una vez más, compensó con experiencia lo que pierde físicamente, y nunca pudieron desbordarlo. Apuzzo dijo que iba a cuidar el arco propio y lleva muchos partidos sin recibir goles.
Aprovechó lo que tuvo: raro decirlo, pero Huracán fue eficaz en ataque. Aunque siempre buscó, no pudo encontrar chances con claridad, pero en las pocas que pudo conectar en el área rival logró marcar. Primero con un cabezazo muy bueno de Barrios, y luego con una pelota perdida en el área que Coniglio mandó a guardar. Esta vez, la tan sufrida puntería del Globo en definición, fue la clave para que el partido se liquide unos minutos antes y la fiesta termine a pura orquesta desde las tribunas y dentro de la cancha.
Desahogo: después de un año desastroso desde lo futbolístico e incluso desde lo institucional, nos merecíamos este festejo. Un técnico que abandonó el barco en su mejor momento, otro que vino y se quedó en su puesto hasta que no había nada más por destruir, muchas situaciones desde la dirigencia que generaron malestar en socios e hinchas, otro DT que en pocos partidos no les encontró la vuelta a los jugadores… nos merecíamos este triunfo, este festejo y este desahogo, por todas las oportunidades que dejamos pasar en este 2019 y porque el hincha, en definitiva, es el que más las sufrió.
100 % metidos: además del buen partido de la línea defensiva, el resto del equipo también se mostró muy enchufado. Los del medio siempre metieron y muy pocas veces quedaron mal parados en los intentos de San Lorenzo. Bareiro volvió a demostrar que es un jugador muy diferente como volante central comparado con sus partidos como defensor. Bogado se complementó bien y siempre participó del juego. Briasco y Garro se equivocaron en algunas con los pies, pero nunca abandonaron su posición. Gómez, como siempre, fue el que más trasladó y el encargado de crear juego. Barrios, por último, peleó siempre con los defensores de San Lorenzo, la aguantó cuando pudo y tuvo un primer tiempo muy bueno, hasta que en el segundo terminó agotado.
La hinchada: como siempre en los clásicos, la gente del Globo armó su fiesta en las tribunas. Con un gran recibimiento y apoyando a un equipo que viene en levantada pero que todavía no había logrado conectar con su público, los quemeros le pusimos color y calor a un partido que se juega en cada aspecto del fútbol. Alentando todo el partido, metiéndole presión a un árbitro que quiso ser el protagonista de la cancha y disfrutando cuando el juego se acababa, muchas gargantas seguramente se fueron con poca voz hacia sus hogares.
El banco: otra cosa que encontró Apuzzo en este partido fue alternativas en un banco de suplentes que no era garantía de nada. Bettini ingresó para ayudar a Araujo que la pasaba mal debido al cansancio de Garro, y no sólo colaboró en defensa sino que hasta se animó a pasar al ataque. Coniglio ingresó por Barrios para aguantarla y darle aire al equipo, y aunque pocas veces pudo hacer eso, hizo algo mucho mejor: liquidó el partido. Y Calello le dio piernas al medio cuando San Lorenzo apretaba más por obligación que por ideas, mandando a Bogado a un costado para que pueda tomar un poco menos de marca.
Grupo unido: tanto en los goles como en el festejo del final, se pudo ver un grupo que está unido y con ganas de salir adelante. Jugadores y cuerpo técnico parecen entenderse, y aunque no se sabe cuándo puede durar Apuzzo en el banco de Huracán, está claro que todos parecen estar cómodos así. Incluso el presidente, que no tiene apuro en buscar un reemplazante para Vojvoda y estirará lo más que pueda este ciclo.
Sigue sumando: con ocho puntos en los últimos cuatro partidos, Huracán sigue sumando, deja atrás el mal comienzo de temporada y se empieza a meter entre los puestos de mitad de tabla, alejándose de los del fondo y ganando confianza para lo que sigue. El parate por la fecha FIFA, que tantas veces puede perjudicar la levantada de un equipo, esta vez no se notó y el Globo siguió por la buena senda, nada más que ante su clásico rival y con una victoria categórica.
LO MALO
Cedió la pelota: el único aspecto negativo de la tarde fue que Huracán, por momentos, le cedió la pelota a San Lorenzo. Si bien el rival nunca pudo generar peligro y pareció hundirse en la falta de ideas, siempre un pelotazo o un rebote pueden terminar generando peligro aun cuando el otro equipo no sepa crearlo. La posesión fue claramente superior para los de Pizzi, que trasladaron y rotaron la pelota sobre todo en la segunda parte, aunque no supieron qué hacer con ella.
LO FEO
Espinoza: desde los primeros minutos quiso ser protagonista del juego, siempre a favor de San Lorenzo. Amonestó muy rápido y por faltas comunes a varios jugadores de Huracán, e incluso a dos por protestar en una misma jugada que no tenía trascendencia. Cuando debió amonestar a alguno de San Lorenzo, no lo hizo, como en la última jugada del primer tiempo que era clara amarilla para Beluschi (al menos, con la vara que venía utilizando con los jugadores del Globo). En el entretiempo tardó muchísimo en aparecer, para después del juego acusar a Nadur y otros dirigentes de Huracán de haber ingresado a su vestuario. La única que cobró a favor de Huracán, compensando porque ya tenía a todo el público nervioso y en su contra, fue un codazo de Araujo que merecía por lo menos la tarjeta amarilla.
LAS PERLITAS
El mejor: César Ibáñez
El peor: Fernando Espinoza
El dato I: 400 minutos sin recibir goles acumula Huracán, desde el cuatro gol de River en el 0 a 4 que se jugó en el Ducó. En los cuatro partidos que dirigió Apuzzo, Silva terminó con el arco invicto.
El dato II: el Globo cortó una racha de ocho partidos oficiales sin ganarle a San Lorenzo, con cuatro empates y cuatro derrotas. La última victoria había sido el 12 de septiembre de 2015.
El dato III: cuatro clásicos consecutivos acumula San Lorenzo sin poder marcarle goles a Huracán. Los tres anteriores terminaron 0 a 0, y en éste tampoco pudo meterla.
Papá de Bianqui, junto a Barbi ? Licenciado en Comunicación Social. Hincha y socio de Huracán, como debe ser. Y admirador del Barça.