Superliga 2019/20; Fecha 11 – Velez 0 vs. Huracán 0 – Huracán sacó adelante un partido bravo en Liniers y terminó sumando una unidad que vale. El Globo eligió defenderse pero lo hizo con orden y concentración, sostuvo el cero con una gran actuación de Antony Silva y quedó en deuda ofensiva, más allá de alguna opción aislada. El empate suma en este proceso de sanación bajo la batuta de Apuzzo, ahora habrá que tomar riesgos ante el también complicado Lanús.
Con el envión que significó ganar el Clásico visitó Huracán a Vélez, equipo protagonista de la Superliga con una racha de seis victorias en sus últimas siete actuaciones. El Globo presentaba un cambio obligado en relación a la victoria contra San Lorenzo, Apuzzo apostó a la receta de Gonzalo Bettini como volante por derecha en lugar de Garro; además Lucas Barrios repetía titularidad por primera vez en el semestre.
Y la mecánica del partido quedó clara antes del minuto de juego, Huracán esperando en terreno propio con nueve jugadores, Gómez pegadito al círculo central y Barrios cubriendo todo el frente de ataque. Vélez tenía la pelota y la movía en terreno visitante, sin embargo la apabullante diferencia de tenencia no se trasladó a situaciones claras de gol; el local tuvo la mejor de la etapa inicial con un pase filtrado para Bouzat, sin embargo Antony Silva se lució con una rápida salida y perfecto achique.
Tras esa acción Huracán fue siempre quien dominó en su área, con un Merolla excelente y Salcedo acompañando en gran nivel; Ibáñez con la sorprendente firmeza de siempre y Pipi Araujo aportando su oficio para llevar la diferencia de velocidades con sus marcas. Pero el gran laburo defensivo costó el ataque, en su totalidad. Mauro Bogado fue el futbolista más claro, en las pocas que tocó el equipo, pero con Briasco y Bettini dedicados a la marca no hubo receptores para los pelotazos esquinados. Rodrigo Gómez estaba impreciso, corriendo mucho y jugando poco, mientras que Lucas Barrios sostenía solo aquellos balones que llegaban a su posición.
Sin quedar nunca cerca del gol cerró el Globo la primera mitad, superado desde la tenencia pero con incidencia directa en el resultado.
Ya en el complemento Huracán tuvo su mejor pasaje durante el primer cuarto de hora, casi que no sufrió peligro serio y se plantó de igual a igual en la circulación de la pelota. Durante este lapso el Globo logró su situación más clara de gol, un tiro libre que Rodrigo Gómez tiró apenitas arriba del ángulo superior derecho de Alexander Domínguez, quien volaba sin llegar.
Pero Vélez recuperó la manija y empezó a lastimar con pelotazos filtrados por encima del fondo, por momentos muy agolpado en el centro, pero cuando encontró un tiro limpio apareció en toda su dimensión Antony Silva, bloqueándole el mano a mano a Nicolás Domínguez.
A quince del cierre Coniglio reemplazó a Barrios y enseguida Calello hizo lo propio por Bogado. Huracán refrescó dos zonas claves y tuvo algunos avances como para anotar, sin embargo tomó malas decisiones o no tuvo el resto físico necesario (Briasco querido, te ibas solo) para pisar el área con comodidad. Sí tuvimos una opción bárbara, cabezazo de Merolla que salvó con enorme respuesta Domínguez, que fue anulada por supuesta infracción en ataque; la única y rápida repetición mostró un clarísimo agarrón a Salcedo. Era penal, pero los encargados de llevar adelante la transmisión televisiva paga se mordieron los labios.
Cordero por Barrios para encarar los exagerados seis minutos que adicionó Pitana, allí donde Vélez fue arrollador pero sin precisión; y como había pasado en las dos opciones anteriores la vez que un futbolista quedó mano a mano fue Silva quien impuso condiciones, Antony le sacó la última a Lucas Janson.
Pitazo final y puño apretado, empató sin goles Huracán ante un rival que había convertido en 8 de sus 10 partidos anteriores. Las diferencias de tenencia fueron claras, pero en retrospectiva aquellas situaciones nítidas que logró el rival fueron pocas, aunque Silva fue absolutamente determinante.
Resignar a la ofensiva desde el minuto cero puede tener costos altísimos, pero en el contexto se entiende y el resultado termina justificando. Que no se haga vicio, aún ante los partidos difíciles que se nos vienen, sobre cuando recibamos el lunes a Lanús en el Palacio Ducó.
Cinco partidos al hilo sin recibir goles, desde la llegada de Apuzzo, con varios factores destacados: La vuelta de Merolla en un nivel inédito, la milagrosa aparición de Ibáñez y Bogado, fundamental. Entre defender con Garro o con Bettini, me quedo con este último, pero sí repite el marcador de punta sería justo que Briasco tenga otras libertades.
Apuzzo lleva adelante un rendidor proceso de sanación, con victoria clásica incluida, pero a no dormirse en los laureles.
Finalmente, felices 111 años querido Globo. Abrazo fuerte a todas aquellas personas que comparten esta pasión maravillosa.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.