Torneo Socios – Fecha 4 | River 1 vs. Huracán 1 | Huracán estuvo a nada de ganar en el Monumental, pero River se lo empató a cinco minutos del final. El Globo cambió la estrategia, resignó ataque para neutralizar al equipo más peligroso del país y el gol de Nicolás Silva justificó todo lo hasta allí hecho. El rival quemó naves en el cierre y la expulsión de Ibáñez le abrió una puerta que no dudó en cruzar. Que sea un punto de partida.
Con la baja de último momento por lesión de Santiago Hezze y el sorpresivo ingreso de Federico Marín volvía Huracán a pisar el verde césped del Monumental. Yacob regresaba tras estar ausente ante Colón y César Ibáñez recuperaba titularidad.
River presentaba un mix entre habituales titulares y suplentes, con tres campeones de Copa América en cancha, y de inmediato se puso en pose ofensiva ante un Globo dispuesto a ceder la pelota. Huracán mostraba una estrategia diferente, con Yacob y Marín detrás de la línea formada por Candia, Silva y Cristaldo, casi de doble cinco. Triverio, libre en ataque, también pisaba bastante el terreno propio.
Huracán decidió sacrificar su ataque para intentar frenar la peligrosidad de River, y lo logró durante la primera mitad. El rival se mantuvo firme en nuestro campo pero con marcadas dificultades para pisar con claridad el área; Marcos Díaz apenas sacó un tiro libre frontal mientras que Rollheiser desvió la más clara del local en el primer tiempo.
Llamó la atención la elección de Candia para realizar un relevo constante de Ibáñez, en lugar de elegir un volante, mientras que Silva se apoyaba en su velocidad para aparecer circunstancialmente en terreno rival. Pasando la media hora Huracán ganó aire, tuvo un mejor contacto con la pelota, y terminó el primer tiempo en el área de River, con un córner y el centro de Yacob que Martínez sacó a metros de Armani.
Para el complemento Kudelka no hizo modificaciones pero el equipo cambió notablemente su actitud ofensiva, adelantando líneas y molestando más arriba. Y la presencia de los tres delanteros terminó cerrando con la gran jugada que le permitió al Globo abrir el marcador al cuarto de hora.
Lozano ganó en las alturas dentro del área propia y Nicolás Silva arrancó el contragolpe con Candia. El uruguayo recibió por vértice izquierdo y trasladó con buen criterio ubicando por el centro a Enrique Triverio; Kike hizo una habilitación deluxe acomodando la bocha para servir al propio Mosquito Silva, quien pisando el área en soledad definió perfecto ante la salida de Armani.
Golazo de Huracán. Planificación cumplida. Ventaja parcial en el Monumental.
River acusó el golpe y Gallardo respondió metiendo a Angilieri, De La Cruz y Romero. Huracán ganó algo de aire ofensivo con el atinado ingreso de Vera, minutos antes del gol, pero se apoyó en dos claves: la seguridad de Lucas Merolla, de enorme partido, y la esperada vuelta de Marcos Díaz al arco Quemero.
El Globo se aferraba fuerte a la ventaja, sufriendo poco, pero sufriendo al fin. Kudelka metió a Rincón y a Mercado por Silva, fusilado, y Cristaldo, pero lo que verdaderamente cambió el rumbo del partido fue la expulsión de César Ibáñez a diez minutos del final; el pibe, sin ninguna intención, dejó puesta la pierna y el exageradamente localista Tello no perdonó una jugada que con las camisetas cambiadas no pasaba de amarilla.
Huracán debió aguantar con un jugador menos, y el ingreso de Erquiaga por Triverio, la ferocidad de un River que terminó con 15 tiros de esquina a su favor.
El Millonario no encontraba la vuelta pero una jugada de precisión le alcanzó para empatar: pase filtrado a espaldas de Lozano y Rincón, centro que pasó a los zagueros, e impecable cabezazo frontal de Romero ante un Erquiaga que no hizo ni sombra.
1 a 1, esperable pero no por eso menos doloroso. Huracán lo tenía en el bolsillo, con cierre cerrado, pero una distracción le costó tres puntos logrados en buena ley hasta ese momento.
Que el punto obtenido sea de partida. Este Merolla, este Marcos Díaz, este Triverio, ni hablar Yacob, tiene todo lo necesario para ser pilares de un equipo que debe asumir su necesidad de protagonismo. Kudelka hizo, por primera vez en el torneo, los cambios que pedía el partido y en este aspecto no se puede dar un paso atrás.
La bronca es Monumental, porque estaba ganado. El punto vale y suma. Se ve luz al final del túnel, pero no va a venir sola, hay que ir a buscarla.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.