Copa de la Liga – Zona 2 – Fecha 5 | Boca 0 vs. Huracán 1 – Huracán ganó en La Bombonera con el cabezazo goleador de Matías Cóccaro. El Globo tuvo la personalidad necesaria para plantarse ante un rival superior y la firme convicción que le permitió construir un más que merecido triunfo.
Tras la muy buena victoria ante Vélez el entrenador Frank Darío Kudelka repetía equipo para visitar a Boca en La Bombonera, uno de los pocos invictos que le quedaban a esta Copa de la Liga y con 12 presentaciones sin derrotas.
Huracán debía haber un muy buen partido para competirle a la jerarquía rival, y de inmediato dejó en claro que tenía la convicción de poder lograrlo. Apenas iniciado el partido Candia hizo la cortina para el desprendimiento de Quilez, cuyo gran centro encontró el cabezazo de Cóccaro que Rossi salvó con esfuerzo.
El equipo estaba firme en cada línea ante un rival que encontraba fluidez hasta apenas delante del círculo central, allí tanto Hezze como Cristaldo estaban atentos a la recuperación vigilados desde atrás por un Federico Fattori que creció en funcionamiento con el correr de los minutos.
Boca chocaba con la firmeza Quemera tanto en el centro como por los laterales, allí donde sacando desajustes mínimos tanto Quilez como Cabral se mostraron aptos para cubrir mucho campo a sus espaldas.
El rival avisó con un centro bajo que Marcos Díaz resolvió en plena áerea chica, a partir de ese momento Huracán creció con la pelota y aunque no fue la tenencia su ítem primario sí mostró un gran criterio para moverla.
La línea media era prolija, confiada, Candia se esforzaba mucho para ser una alternativa de pase y Cabral mostraba grandes complicaciones para ser claro, a contramano del equipo, sin vértigo por izquierda.
Pero las situaciones de gol siguieron apareciendo, un centro-shot de Quílez que pasó cerca, el desviado remate de Candia y uno mucho mejor de Ibáñez, que fue a córner, uno de los cinco que tuvo Huracán en el primer tiempo.
Boca llegó una vez más con un tiro libre afuera de los tres palos, y la polémica de la etapa fue por un claro penal de Rojo sobre Tobio, que pudo y debió ser sancionado como tal.
Si el partido hubiese sido en la Quema, el equipo se habría ido aplaudido al complemento, más allá que el escenario le sumaba algunos porotos al rendimiento del equipo.
Con la misma convicción salió el Globo a disputar el complemento, sin cambios y con un desgaste físico que tardó poco en manifestarse en algunos jugadores. La presencia en campo rival disminuyó, aunque un córner de Cristaldo llevó mucho peligro ante la mala salida de Rossi.
Boca encontró su mejor momento de la noche con el desnivel individual del ingresado Zeballos, a quien, tras ganar la cuerda y definir mal un par de ataques claros, la defensa del Globo tardó poco en tomarle el ritmo.
Y la luz terminaría llegando pasando los veinte minutos, con un muy buen tiro de esquina a cargo de Franco Cristaldo y el optimista cabezazo de Matías Cóccaro, quien inamovible en su posición direccionó con mucha certeza la pelota que besó el palo antes de inflar la red.
Golazo de cabeza, golazo de Cóccaro. Merecida ventaja de Huracán para profundizar la confusión del rival y renovar energías de cara al tramo final del partido.
Kudelka movió el banco con criterio, metió a Acevedo por el desgastado y errático Cabral y dispuso el ingreso de Cordero, quien ya se movía desde antes del gol de Cóccaro, por el uruguayo.
Huracán plantó bandera en campo propio pero defendió con su plato fuerte de la ya noche: criterio. Y por carecer de lo que al rival le sobraba, recambio, no pudo aprovechar los varios inicios de contragolpe que tuvo a su disposición.
Uno de ellos, el más notorio, terminó con Acevedo reventando el travesaño tras una corajeada de Cordero. Todo fue anulado por un off-side milimétrico.
Henríquez por el discreto, aunque siempre necesario, Cristaldo para encarar el tramo final del partido. Allí donde Boca tuvo la situación más clara del juego, un despeje de Fattori que con mucha mala fortuna quedó a disposición de Vázquez, que estrelló la bocha contra el travesaño.
La eterna adición del localista Lamolina fue puro nervio, pero Huracán estuvo bien calmo para dejar correr los minutos con convicción, concentración, hasta fundirse en un grito de triunfo que dejará carraspera durante varios días.
Ganó Huracán y vale doble, porque fue merecido. Lo ganó por el corazón de Candia y de Quílez, la por momentos excelente actuación de Fattori, el nivel de una dupla central sobre la cual se puede confiar.
Lo ganó por saberse capaz de poder ganarlo. Por el nivel de concentración y criterio por parte de los jugadores, la planificación del entrenador, y por otra decisiva aparición de Matías Cóccaro, el de los goles que valen puntos.
Huracán cierra la Fecha 5 (de 14) en zona de clasificación, 21 unidades por encima del descenso. Ganando en La Bombonera por primera vez en más de una década, y por cuarta en las últimas cinco.
¿Y ahora?
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.